La casa reposa sobre una pequeña elevación del terreno, a las afueras de uno de los pueblos más característicos y con más vida del Baix Empordà, un lugar con aromas de mar, rodeado de encinas y pinos, entre campos de labranza y olivos pero aún agreste en su esencia. Diseñada por un reconocido estudio de arquitectura, ha sido premiada en diversas ocasiones por su arquitectura contemporánea, diseño y sostenibilidad. De líneas sencillas y construida utilizando técnicas y materiales autóctonos como la cerámica de la Bisbal y piedras del río Ter (río que le da nombre a la casa), es una casa que pretende respetar y fundirse con el entorno siendo fiel al estilo de vida mediterránea. Gracias al sistema de placas solares y climatización por geotermia, es una casa catalogada como ECO. Los interiores están divididos en dos volúmenes que cuentan con diferentes espacios, distribuidos en forma de L y claramente diferenciados. El primero lo forman la cocina, el comedor y el salón siendo un área de encuentro y reunión, el espacio público de la casa. El resto lo constituyen los dormitorios y baños. En la planta superior se observa una forma curvada que en su interior alberga una tradicional volta catalana, un tipo de bóveda de construcción centenaria, abundante en las masias y casas de pueblo de la zona. Esta estancia aloja el dormitorio principal que dispone, además, de la mejores vistas. Casa Ter es una vivienda polivalente, susceptible de usarse de diferentes formas en función de las necesidades de los huéspedes o de la época del año. La casa puede cerrarse o abrirse completamente a través de los grandes ventanales abatibles, creando espacios heterogéneos entre el interior y el exterior, permitiendo una conexión muy especial con la naturaleza del entorno. El exterior cuenta con diversos espacios, como la piscina tipo balsa o un comedor de verano a la sombra de las encinas, todo ello envuelto de un amplio jardín silvestre ideal para la exploración de los huéspedes y visitantes más pequeños. Nos encontramos, pues, ante una casa funcional que seduce a los apasionados de la arquitectura y de la sostenibilidad, pero también a los viajeros que buscan espacios llenos de paz y equilibrio. En definitiva, un lugar ideal para vacaciones en pareja, familia o amigos.